Barcelona, además de impulsar la competitividad a través de la difusión de tecnologías innovadoras, puede ejercer un impacto más profundo si se convierte en un puerto digital. Sus ventajas parten de una situación geográfica privilegiada y de ser un punto de conexión para el intercambio de servicios digitales desde el corazón del Mediterráneo.

Este enfoque no solo dinamizaría la economía, sino que generaría además riqueza en la región atrayendo inversión, talento y un mayor número de empresas innovadoras. Aunque Barcelona cuenta con una masa crítica de empresas y talento especializado en tecnologías digitales, para consolidar su estatus de puerto digital necesitará establecer una sólida infraestructura digital interconectada.

Esto significa atraer e impulsar la instalación de centros de datos y redes de telecomunicaciones, haciendo de ello una estrategia prioritaria para avanzar en su desarrollo económico digital.

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Barcelona Puerto Digital